Criminología – salidas profesionales

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Graduarse en criminología – ¿Qué esperar al terminar?

Siendo este mi primer post, y con mil ideas y dudas durante días sobre cuál podría ser el tema a tratar en el mismo, finalmente, y como no podría ser de otra forma, me decanté por comenzar por el principio. Y es que, cuando tomamos una decisión académica, sobre que estudios emprender, siempre vienen las dudas sobre qué nos encontraremos o qué podemos esperar de los mismos en clave laboral, ya que, queramos o no, necesitamos ganarnos la vida de una u otra forma, y esta idea permanece en nuestra mente continuamente, unas veces más consciente y otras de forma más oculta, pero siempre presente. Es lógico, por lo tanto, encontrarnos con la gran pregunta, – ¿curso unos estudios que tengan grandes salidas laborales, o me lanzo a por lo que realmente me apasiona sabiendo que dichas salidas serán muy inferiores? -. En ocasiones, la respuesta a esta pregunta tiene una rápida respuesta, ya que, puede ocurrir que aquellos estudios que te apasionan son precisamente aquellos que más salidas laborales tienen y que, por lo tanto, más oportunidades te ofrecerán para poder ejercer aquello en lo que tanto tiempo y esfuerzo vas a tener que emplear.

La finalidad de este post, no es otro que exponer la realidad de las salidas laborales reales de la Criminología en España y orientar a aquellos que se encuentran en ese punto. Ese punto en el que yo mismo me encontré hace ya unos años, punto en el que necesitas escuchar algo que te motive, que te convenza a dar el paso y comenzar un camino que te apasiona, pero que al mismo tiempo te transmite desconfianza, ya que incluso no sabiendo demasiado acerca del mundo de la criminología, acabando de empezar siquiera a asomarte a él, se intuye que no parece que te esperen grandes ofertas laborales. Pues bien, si esas son tus sospechas, ¡enhorabuena!, has acertado.

Llegado este punto, el lector pensará que pretendo desanimarle, pero nada más lejos de la realidad, tan solo pretendo despejar las dudas de todo aquel que como yo, un día se encontró en esta tesitura, con la cabeza hecha un lio, llena de dudas y con la dichosa pregunta formulada al principio de este post, ya que en mi caso, y si estás leyendo estas líneas, no me cabe duda de que también es el tuyo, lo que realmente me ilusionaba, era comenzar mi Grado en Criminología, aunque en el fondo sabía o intuía que tras ello, la cosa no sería fácil. Es por esto que, no paraba de buscar en internet información acerca de las posibilidades que te ofrece dicho grado, salidas profesionales, blogs, artículos relacionados con el mundo de la criminología, noticias, e incluso consultaba las webs de ofertas de empleo para comprobar si existía realmente demanda de criminólogos. Hasta que un día paré, paré por que de repente entendí que lo que estaba buscando era algo que me hiciera decidirme, necesitaba encontrar aquello que alimentara mi decisión de comenzar a estudiar lo que realmente me apetecía, algo positivo que me dijera que eran los estudios ideales y que tras ellos todo sería un no parar de trabajar y ejercer como tal, pero ese momento nunca llegó, de hecho cuanto más leía más dudas me generaba lo que encontraba, por lo que en ese instante fue cuando tome la decisión de comenzar mi viaje en el mundo de la Criminología a sabiendas de que no sería fácil, pero con la idea clara de que iba a disfrutar cada minuto aunque no supiera cual sería el destino.

Y ahora que nos hemos quitado de encima la parte más desagradable y amarga del asunto, vamos a lo que interesa. Obviamente este post está pensado para todo aquel iniciado en la materia, bien sea por puro interés en la misma o por lo mencionado con anterioridad. Por esto, el primer consejo que te daré será, ¡aléjate de todas las obras de ficción acerca de lo que crees que es la criminología!. Si bien es cierto que gracias a ellas, a habido un gran auge de esta disciplina, lo cual a generado interés en gran parte de la sociedad, y por ende, colocar al criminólogo en una mejor posición a la hora de ser tenido en cuenta laboralmente, también es cierto que han desvirtuado mucho su figura, siendo muy común, trasmitir una idea errónea sobre estos, incluso en personas las cuales acaban de empezar a cursar sus estudios, descubriendo que el criminólogo y la criminología no es lo que habían visto por televisión. Esto es debido, en su mayor parte a la confusión que estas obras generan entre Criminología y Criminalística. Y es que, podemos ver en ciertas series de gran éxito, como la misma persona que estudia y recoge evidencias de la escena de un crimen, es la misma que realiza los pertinentes análisis de estas en el laboratorio y tras los resultados, comienzan y finalizan la investigación del crimen en cuestión, dando caza al autor de los hechos.

Sin desmerecer el trabajo de los creadores de dichas obras, las cuales, son sin duda un buen entretenimiento, tengo que decir que no son útiles en el tema que nos ocupa, a no ser que tengamos claro que hay de ficción y qué de realidad, y podamos quedarnos con aquellos detalles de porte técnico o metodológico, los cuales sí han sido representados fielmente en muchas ocasiones. Pero para ello, es fundamental que separemos ambas disciplinas y tengamos claro en que consiste cada una de ellas.

La Criminología, siguiendo la definición del Profesor García-Pablos de Molina es “Una ciencia empírica e interdisciplinar que tiene por objeto el crimen, el delincuente, la víctima y el control social del comportamiento delictivo”. Esta, intenta comprender la motivación que hay detrás de un hecho delictivo y los factores que han intervenido para que se dé el mismo, con la intención de poder prevenirlo.

La criminalística, por su parte es el conjunto de técnicas y métodos científicos empleados en la escena de un crimen, el cual tiene por objeto recoger y analizar los posibles indicios encontrados en esta para averiguar la identidad del autor. Citando como ejemplo entre tantas otras técnicas, la lofoscopia, balística, fotografía, biología, etc.

Dejando más o menos claro en que consiste una y otra y volviendo al asunto que nos ocupa, procedemos por fin a contestar la “pregunta del millón”, ¿Qué podemos hacer tras graduarnos en Criminología?. Todos lo centros educativos te contestan a esta pregunta indicándote una lista con las salidas más comunes, pero como el objetivo de este post es despejar dudas, no voy a repetir dicha lista, sino más bien aclarar aquellos puntos de la misma que a mi parecer pueden llevar a confusión, bien por falta de información o por no ser del todo ciertas.

Vamos a dividir dichas salidas en:

Con respecto a la oferta pública, lo que hay que tener claro es que, actualmente no existe como tal una oferta de empleo público que recoja la figura específica del criminólogo, siendo la más popular la de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado entre las que contamos con los cuerpos de Policía Nacional, Guardia Civil, Policías Autonómicas y Policías Locales. De estas posibilidades, la que podríamos descartar por tener menos relevancia desde el punto de vista de la práctica criminológica, sería la de los cuerpos de Policía Local o Municipal, debido a que las competencias de estos no abarcan delitos de cierta entidad, propios de una investigación criminal. Es necesario aclarar también que, el mero hecho de conseguir plaza en alguno de estos cuerpos no es sinónimo de trabajar como investigador criminal, es decir, tras conseguir la misma, y una vez dentro del cuerpo, el interesado deberá de estar atento a las plazas que surjan de promoción interna para los distintos departamentos, refiriéndonos en este caso a la escala básica, ya que si hablamos de la escala ejecutiva, y con el Grado en Criminología, se puede optar a estos puestos de investigador, teniendo en cuenta que la oferta es bastante más reducida, siendo muchas menos las plazas que salen a concurso.

Otra de las opciones en el sector público, podría tratarse de la oposición a Centros Penitenciarios, y formar parte del equipo técnico que se ocupa de los programas de reinserción y evaluación de las penas y medidas de seguridad entre otros.

Sector Privado:

En lo que se refiere al sector privado, las posibilidades son algo abstractas, ya que, de nuevo, es complicado encontrar un puesto específico como criminólogo, por lo que muchos optan por combinar los estudios de criminología con otras disciplinas como el derecho, la seguridad privada, etc. Utilizando esto como un plus añadido y de gran valor, disponiendo del amplio conocimiento que ofrece la perspectiva criminológica. Sobre este sector, que conozco bien tras muchos años de andadura por él, quiero hacer algunas aclaraciones, ya que nos encontramos en ocasiones con afirmaciones en otros espacios, que después, en la práctica no son como aparentan, y que llevan en ocasiones a engaño a mucha gente, acabando con sus ilusiones. Vemos a este respecto en muchas ocasiones afirmaciones como que podrías ejercer la criminología en empresas o instituciones como Jefe de Seguridad, Director de Seguridad, etc. Lo cual no es cierto, ya que en la mayoría de los casos te pedirán dicha habilitación, la cual debes solicitar a la Unidad Central de Seguridad Privada de la Policía Nacional después de cursar los estudios correspondientes. Aunque si es legal, que una empresa te contrate como criminólogo en materia de seguridad, realmente hay escasez de tales ofertas, siendo muy difícil encontrar una vacante de esas características. Más grave es el hecho, de señalar que con el Grado en Criminología puedes ejercer como Detective Privado, cosa que además de ser falso es ilegal, ya que dicha figura, al igual que las anteriores está regulada por la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada, especificando sobre estos últimos en su artículo 5.1, h), que podrán prestar con carácter exclusivo, y cito textualmente “La investigación privada en relación a personas, hechos o delitos sólo perseguibles a instancia de parte”.

Es también posible, de forma particular, ofrecer tus servicios como asesor criminológico, aprender alguna especialidad realizando algún Máster, etc.

Para finalizar este apartado, quiero resaltar que, al no estar regulada la figura del criminólogo, que es precisamente eso lo que hace que todo sea tan abstracto y provoque la falta de oportunidades laborales, ese hándicap, se convierte en oportunidad si tenemos la mente abierta, es decir, si eres una persona que busca un camino muy establecido y marcado, al menos ahora, la criminología no es lo tuyo, pero si por el contrario, aceptas el reto y estás abierto a posibilidades y a aprovechar esa falta de límites, tan solo tienes que observar y ser creativo. Piensa que puedes hacer con los conocimientos que te ofrece esta maravillosa ciencia y en que puedes aplicarlos. Visto así, las posibilidades son infinitas, ¿no crees?.

Conclusión

A pesar de parecer que será un viaje muy oscuro, con un final incierto y sin posibilidades, es todo lo contrario. Tan solo hay que tener en cuenta varios aspectos claves, y es que, a pesar del gran auge que en la última década a sufrido la criminología, es cierto que aún no ha encontrado su hueco en la sociedad, pero lo que si parece, es que la sociedad si le ha buscado hueco, siendo esta cada vez más consciente de la gran aportación que la criminología le puede hacer, más si cabe en un mundo tan inestable y en constante evolución como el actual, en los que el conflicto parece estar esperándonos en cada esquina. Por lo que cada nueva generación de criminólogos, tiene puesto un pie más en ese hueco que a mi parecer, la criminología se ha ganado por derecho, no siendo lo mismo graduarse en criminología hace 15 años que en la actualidad, ya que poco a poco y a base de pequeños pero múltiples logros y gracias a la labor de todos los Colegios Profesionales, Organismos, Asociaciones etc, así como de todos y cada uno de los compañer@s que un día nos embarcamos en este viaje, es cuestión de tiempo que la criminología y por ende los criminólogos, consigamos el reconocimiento que merecemos.

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